Reflexiones

Te invito a reproducir el vídeo, disfrutar la melodía y leer las excelentes reflexiones que nos regalan los diferentes autores.

Mi Práctica  y Reflexión Docente.

Soy Christian Rafael Meza Solís, docente frente a grupo en la Escuela Secundaria Técnica No 70 de La Piedad Michoacán. El proceso que he llevado para estar donde estoy ha sido largo y difícil ya que por una razón u otra no lograba obtener mi plaza como docente, les comparto un poco de ello. 

Inicié en el año 2008 en el puesto de velador, duré 6 meses y después ascendí a intendente,  en lo que yo me desempeñaba como intendente seguí estudiando y preparándome para poder tener la oportunidad de superarme laboralmente, en ese tiempo aproximadamente al año se me dio la oportunidad de estar en la biblioteca de la escuela, fue una experiencia muy buena ya que años atrás yo había trabajado en la biblioteca municipal y sabía el funcionamiento y las tareas más importantes en una biblioteca. Ahí dure otro año y después logre estar de secretario en el área de control escolar, tuve la oportunidad de poder sacar la documentación de toda una generación y conocer muy afondo todo el trabajo administrativo de una escuela, el saber la importancia y responsabilidad que tiene esta departamento en el ámbito educativo, al poco tiempo de haber egresado la generación de la cual yo fui su secretario; se dio la oportunidad de ascender a prefectura ahí duré dos años más en los que comencé a conocer más de cerca a los alumnos, aprendí el reglamento escolar y el reglamento de los docentes. Toda esta trayectoria parece larga pero no lo es porque solo fueron 4 años en los que tuve una inestabilidad laboral pero que agradezco, porque gracias a ello me superé profesionalmente, pero más agradezco porque llegué a conocer prácticamente todas las áreas de una institución educativa.

En la actualidad me doy cuenta que el ser maestro es una figura importante, que es base para la sociedad mexicana, pues de este ente depende mucho la calidad de vida que tenga la sociedad actual y más aún la de futuras generaciones que se encuentran en formación.

Todos los individuos nos hemos encontrado aunque no sea muy directamente pero ligados al sistema educativo, lo cual transforma al docente en el constructor de relaciones sociales con los alumnos, compañeros docentes y administrativos, padres de familia y la comunidad en la que se encuentra la institución.

Los docentes mexicanos somos muy diferentes (como cada persona tiene sus características propias) pero también enfrentamos semejanzas como es nuestro rasgo característico, en la búsqueda de mejores estrategias de trabajo que se adapten al contexto en el que laboramos.

Algunos otros muestran intereses en la preparación académica constante, y por lo expuesto por compañeros; maestros estos intereses giran en torno a la obtención de un mejor nivel de vida económica, causado por bajos sueldos o enfrentamiento de épocas de crisis y necesidades personales; situaciones que algunas veces son favorables para el mejor desempeño del docente, pero en otras tantas solo funcionan como distractor y hacer como que trabajamos sin realmente causarnos una reflexión sobre lo que estamos haciendo.

Desde pequeño admiré el hecho de ser docente, ésto debido al ejemplo de mi madre, pues como es del conocimiento de todos, el héroe máximo de un niño son sus padres, y mi caso no fue la excepción.  Desde que me acuerdo trabajó arduamente en su labor, con entrega y compromiso que todos debiéramos hacerlo, cabe mencionar que toda la familia por parte de mi mamá son o fueron docentes, el primero de ellos fue mi abuelo Ernesto; mi mamá y tías coinciden en que decidieron ser maestras por seguir el ejemplo de su papá.

La formación de valores que siempre observé en el actuar cotidiano de mi mamá me llevaron a querer llegar a ser como ella, algo positivo y que hasta ahora me ha dado grandes logros.

Por ello ingresé a la Normal Superior Juana de Asbaje de la que inicialmente quería, pues en ella estudio mi mamá y es la más cercana a mi ciudad La Piedad.

Como profesor mexicano aseguro que el trabajo docente es muy distinto, ya como profesor frente a grupo a lo que experimentamos cuando somos estudiantes en la Normal.

Pues son tan cortos los tiempos que interactuamos en una institución de trabajo escolar que coarta el conocimiento de las dimensiones de lo que éste implica.

A pesar de que yo estudie en una Normal pensé que mi preparación sería más amplia por las experiencias que en ella se enfrentan, como ejemplo el establecimiento y mantenimiento continuo de relaciones sociales con los compañeros y compañeras con los que viví en mi estadía, el intercambio de puntos de vista para el direccionamiento de las acciones en la escuela Normal.

Pero cuando llegué a integrarme de manera real en la docencia a una Escuela Secundaria fue impactante ver todos los asuntos que un docente tiene que atender, pues su trabajo no solo era con los alumnos en horario de clases.

Y lo más curioso no fue que fueran horarios extra clase pues fui preparado para eso, sino que tuve que resolver problemáticas existentes entre los padres de familia de los alumnos que integraban el grupo, padres de familia que son de diferentes maneras de pensar cada uno de ellos y eso hace complicado el poder socializar y convencer que apoyen el proceso de enseñanza-aprendizaje de sus hijos.

Con la experiencia que he ido adquiriendo definí que hay situaciones que están fuera de nuestro alcance solucionar por fallas del sistema, pero otros tantos que están dentro de nuestras posibilidades pero que implican la toma de decisión para tomar las riendas sobre el asunto y ponernos en acción.

He comprobado que tengo un fuerte compromiso con mi labor docente debido a que siempre trato de hacer lo que mi papel en la sociedad me exige, algunas veces me ha faltado mejorar en debilidades que tengo que convertir en fortalezas y por falta de competencias no lo he conseguido, pero siempre he estado en la búsqueda de que las situaciones personales no afecten mi desempeño. El amor que siento por lo que hago es un elemento que me apoya a perderme en mi papel, lo que me hace dejar en otro plano mis situaciones personales, no olvidándolas pero sin permitir que influyan en lo que hago.

Mi trabajo me ha dado grandes satisfacciones como es el logro de metas, y vivencias de situaciones simples pero nutridas de experiencias. Me sigue dando nuevas enseñanzas que me orillan a fijarme nuevas metas y a continuar en mejoras continuas.

El éxito más excepcional en mi corta carrera docente que me llenó de grandes emociones, ha sido ver que algunos alumnos de primero y segundo grado culminaran sus estudios de secundaria. Después de trabajar arduamente la labor tuvo frutos aunque no en la cantidad que yo esperaba ya que por la situación económica y problemas familiares que tienen mis alumnos, de 33 que iniciaron solo terminaron 26 pero esto no opacó el éxito y las ganas de seguir luchando por la superación educativa de México.

Pero así como ese éxito me llenó de alegría, también hay situaciones que han implicado la marca de ciertos fracasos, que no han terminado con mi compromiso, al contrario me han hecho más dedicado en mejorar esas fallas.

Uno de los principales ha sido resultar no aprobado en el examen estatal para el otorgamiento de plazas, pues en ello se debería ver reflejado el esfuerzo que impliqué durante mi preparación, situación que me decepcionó, recuerdo ese día, aproximadamente 25,000 aspirantes en el estadio José María Morelos de la ciudad de Morelia, Michoacán, la lluvia suspendió el  examen ya que la mayoría estábamos en la intemperie. Se reprogramó para 15 días después, me tocó en una secundaria de la ciudad de Morelia nuevamente, en mi salón éramos 50 de los cuales fui el tercero en terminar, seguro de mis respuestas, de mi razonamiento y reflexión en la prueba, pero ¡oh sorpresa! el día de los resultados no lo acredité, me quedé muy pensativo. Reflexioné que ésto era muy complicado ya que de los 25,000 aspirantes que éramos solo se otorgaron 35 plazas docentes.

  

A pesar de que ya tengo dos años frente a grupo, aun así siento gran incertidumbre en lo que respecta a mi desempeño docente, en ocasiones deseo tener como cuando era estudiante, un maestro tutor que me haga observaciones en mi práctica y sugerencias para mejorarla.

De acuerdo a lo visto en reuniones al inicio del ciclo escolar sé que esta facultad la posee principalmente la dirección de la Escuela, pero es una situación que no he visto que se lleve a cabo. Y por mi inseguridad no me atrevo a invitar a alguien a que me observe.

Por lo tanto considero necesario continuar en preparación constante, reflexionando sobre mi práctica, usando las estrategias que me se sugieren los textos que analizo constantemente y no faltando a las academias de zona que se realizan aproximadamente cada 3 meses. Ya que me he dado cuenta que utilizando dichas estrategias favorezco las competencias del alumnado y su proceso de enseñanza-aprendizaje.

¡Gracias por darte el tiempo de leer un breve pero significativo texto de mi experiencia y reflexiones como docente!